domingo, marzo 01, 2020

Todo por hacer. Todo por elegir.

Este viernes quedamos a comer mi amigo Rodol y yo. Nada especial. Un menú del restaurante chino al que íbamos los viernes cuando estábamos trabajando en Informática 64. Podríamos haber ido a comer a una hamburguesería a tomar un menú con patatas fritas también. Cualquier cosa podría haber valido que lo importante era vernos y charlar un poco. Como en los viejos tiempos.

Figura 1: Todo por hacer. Todo por elegir.

Lo cierto es que la charla fue más o menos como siempre. Hablamos de nuestras cosas. Nuestro día a día. Nuestros planes de futuro a corto, a medio y a largo. Compartir cosas, y al final, cargar unas cajas de mis cómics que aún tenía en el local para que pudiera leer algo un rato. Un par de horas agradables con tu colega.

A estas alturas de la película, Rodol y yo tenemos mucho pasado, y muchas cosas que hemos comenzado y acabado juntos. Hemos hecho muchas cosas y mayormente nos han salido bien. Aunque tampoco importa eso. No es tan importante si han salido bien o mal. Lo que de verdad importa es que las hemos hecho. Nos tuvimos que inventar nuestro futuro, pintándolo en una servilleta, y lo hicimos. No sabíamos nada de nada, y lo que no aprendimos lo creamos nosotros mismos. No podía ser tan difícil. Y lo hicimos una y otra vez. Yo le citaba para tomar un café, una hamburguesa o un arroz tres delicias, y nos inventábamos algo.

Tampoco hemos hecho todo juntos. Hay cosas que hemos hecho tocando los temas en la banda. Otros los hemos hecho en solitario. Somos como esa banda de rock viejuna que se puede juntar para hacer algo de vez en cuando, y luego meterse en proyectos en solitario. De hecho, en la comida me estuvo contando sus aventuras más allá del mar, debajo de las estrellas, que tanto le gustan. Pero es que a mí, lo de compartir choza con cocodrilos no me va tanto. Esos son temas para que Rodol los componga en solitario o con otro grupo tocándole los acordes de acompañamiento.

Lejos está ya la época de las primeras maquetas donde teníamos todo por hacer. Eran otros momentos donde teníamos aún que empezar a componer nuestro futuro. Con los pocos instrumentos que habíamos aprendido a tocar hasta ese momento. Cuatro acordes en Lenguaje C, dos melodías en Pascal, unos temas en Delphi, alguna composición en Oracle y TCP/IP, y muchas ganas de escribir nuestra sinfonía a base de temas de tres o cuatro minutos. Mucho riff para música con mala leche y rock and roll de la que montar una banda.

Esa historia ya os la sabéis. Es la más conocida. La que más veces he contado. Tocar en garitos de cualquier rincón del mundo para crecer y poder seguir componiendo. Para seguir vivos en un negocio cada vez más complejo y que obligaba siempre a reinventarse.

Hoy ya no está todo por hacer. Rodol y yo hemos conseguido muchas cosas en nuestra vida personal y profesional. Muchas de las cosas que nos propusimos las hemos ido consiguiendo. Si no por el camino directo y trazado, sí por el camino inventado y descubierto. Unas veces los planes salían a la primera. Otras había que improvisar y bailar al ritmo de las luces que te habían tocado en el escenario. Pero fuimos pasando por Festivales y Giras hasta que los éxitos fueron cayendo poco a poco.


Cuando nos vemos en la puerta del restaurante mola. Él con el casco de su moto. Yo con las llaves iluminadas de mi coche azul. Él con su chupa de cuero. Yo con mis zapatillas rojas. Los dos mayores. Yo con mis canas en las sienes. Él con las canas en su barba. Nos abrazamos como siempre. Como cuando le pillo por la oficina y le asalto en su sitio. Somos amigos, y tenemos un pasado y un presente juntos. Mola. A mí me da la vida. Pero aún así. Aún con todo esto, hay una cosa que siempre cruza por mi cabeza: 
"Volver a hacerlo. Volver a tener todo por hacer. Volver a tener todo por elegir. Tener que inventarse desde cero otra vez. Tener nada otra vez, y tener todo otra vez."
Tener todo el tiempo que hay en estos 20 años de trabajo que hemos estado desde Informática 64 - ElevenPaths/LUCA/4P/Aura/Movistar Home/Living Apps - antes de eso también tenemos cosas a la espalda juntos, pero eso es para las memorias - Tener todo por hacer. Tener todo por decidir otra vez. Tener todo por equivocarte. Tener todo por aprender. Tener todo por descubrir. Tener todo por inventarte. Tener todo por acertar y por fallar. Tener todo por reír y llorar. Todo por sufrir. Tener todo por celebrar aún. Tener todo por conquistar en el futuro. Tener todo por alcanzar. Tener todo convencer. Tener todo por crear. 

Por eso cuando veo a un chaval de 20 años que está comenzando en el mundo profesional. O que está en la universidad comenzando a estudiar. Que está perdido en la vida porque no tiene aún nada siempre pienso justo lo contrario. No es que no tengas nada, es que tienes todo. Todo para que tú lo hagas a tu manera. Con tu banda de rock. En solitario. Pero a tu manera. Acertando mucho o poco. Pero como tú quieras. Tienes todo, aunque no lo sepas. 

No, no me malinterpretéis. Os prometo que yo miro al futuro y veo todo lo que tengo aún por hacer. No soy de los que veo el vaso medio vacío. Soy de los que lo ve medio lleno siempre. Pero cuando me veo con Rodol me acuerdo de ese Chema Alonso de 20 años que tenía el vaso completamente lleno de cosas por hacer. Como dice mi amigo Pedro Pablo - ahora CEO de ElevenPaths - cuando le pregunto por algo:
"Está todo completamente a medias". 
Es verdad que Rodol y yo, tal vez, podríamos irnos a dormir con cocodrilos o pasear y ver obras. Podríamos irnos al banco de un parque y darnos la vuelta para repasar las batallitas del pasado, pero no va con nosotros. Tenemos muchas cosas aún por hacer, y aunque nuestro arco de incertidumbre e innovación en nuestras vidas cada vez es más agudo, aún nos queda mucho - si no todo - por hacer.

Pero tú, que tienes 20 o 25 años, que estás aún empezando, y te sientes perdido o simplemente descolocado. Siéntete especial. Disfruta ese momento porque tienes todo por hacer y todo por elegir. Tienes, aunque no te lo creas, todo lo que necesitas para disfrutar este Tour de conciertos que se llama "Vivir".

Saludos Malignos!

Autor: Chema Alonso (Contactar con Chema Alonso)


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