Las oportunidades solo pasan una vez en la vida y hay que aprovecharlas. En agosto de 
1980, 
IBM se reunió con una pequeña empresa de 
Seattle que se acababa de fundar y que tenía unos pocos empleados. Esta empresa se llamaba 
Microsoft. 
IBM buscaba licenciar algunos programas como por ejemplo un 
BASIC para su nuevo 
IBM PC, un 
Pascal, un 
Cobol y algún otro software más orientado al nuevo y maravilloso 
microprocesador 8086. 
Figura 1: ChatGPT, OpenAI y los créditos de Azure
que pueden colocar a Microsoft como
líder mundial en Inteligencia Artificial
Pero faltaba una cosa, 
IBM necesitaba urgentemente un sistema operativo. Uno de los empleados y fundadores, llamado 
Bill Gates (seguro que te suena) les dijo que ellos no tenían ninguno desarrollado pero les puso en contacto con 
Gary Kildall, creador del sistema operativo 
CP/M.
El equipo de 
IBM se presentó en casa de 
Kildall al día siguiente para llegar a un acuerdo. Él no se encontraba en casa, pero su mujer tenía preparado un borrador de contrato para entregarle a 
IBM (algunos dicen que fue un error no estar presente en persona para tratar con el gigante 
IBM). Pero por un motivo o por otro, el acuerdo no se llevó a cabo.  
Parece ser que el calendario propuesto por IBM y el dinero para la inversión no eran suficientes para Kildall por lo que rechazó el proyecto. No era sencillo desarrollar una versión de 16bits del CP/M en poco tiempo. De todas formas, dejando de lado los motivos, Digital Research, la empresa de Gary Kildall, dijo no al contrato con IBM.
Unos días después, en otra reunión con 
Microsoft, 
IBM les contó el problema con 
Kildall y el 
CP/M. Después de la reunión, 
Paul Allen, fundador también de 
Microsoft, le propuso a 
Bill Gates una alternativa para quedarse ellos con el negocio. Había un tipo llamado 
Tim Paterson (que trabajaba en una empresa de 
Seattle llamada 
SCP) que había desarrollado un prototipo de un sistema operativo llamado 
QDOS que funcionaba en microprocesadores de 
16bits. Aunque 
Bill Gates no estaba seguro del proyecto, 
Allen lo convenció para invertir 
10.000$ en 
QDOS. Estaba a punto de nacer el famoso 
MSDOS.
Y aquí viene la genialidad del acuerdo. 
IBM esperaba que 
Microsoft le pidiera royalties por cada copia vendida pero lo que propuso 
Microsoft fue que les ayudara a desarrollar el software partiendo de 
QDOS y que además ese 
software final les permitiera venderlo a otras compañías. En principio 
IBM pensaba que era un buen acuerdo para ellos y malo para 
Microsoft, el cual perdería ganar dinero por cada 
IBM PC que tuviera un 
MSDOS instalado. Pero claro, nadie esperaba el boom informático de clónicos en los años venideros que provocó que 
Microsoft se convirtiera en gigante que es hoy día. Nadie excepto 
Bill Gates y 
Paul Allen.
OpenAI y Microsoft
Volviendo al presente, parece que esta historia se puede repetir, esta vez en el mundo de la 
Inteligencia Artificial. 
OpenAI era en principio una organización sin ánimo de lucro creada por 
Elon Musk y 
Sam Altman (creador de 
Y Combinator). Su lema era crear un desarrollo justo de la 
Inteligencia Artificial para beneficiar a la 
Humanidad. A partir de aquí se crearon proyectos realmente revolucionarios como 
Gym (enfocada a crear modelos entrenados con aprendizaje reforzado), 
Universe, etcétera.
Dejando de lado todas las controversias desde que 
Elon Musk dejó su cargo en 
OpenAI en 
2019, y su modelo de “
sin ánimo de lucro” toma un nuevo rumbo. El motivo, conseguir un ámbito mixto, desde el cual poder sufragar su supervivencia haciendo negocio con sus aplicaciones desarrolladas. Y aquí es donde 
OpenAI abre su concurso de inversores externos y en el año 
2019 aparece 
Microsoft donde invierte 
1.000 Millones de USD. 
 
Desde luego una inversión arriesgada cuando el único producto que había era una versión temprana de 
GPT-3, pero de nuevo 
Microsoft (y es justo decir que 
Satya Nadella tiene mucha parte importante en este éxito) tenía claro que en un futuro no muy lejano, sacaría partido de esta inversión. Recordemos que los modelos generativos de artes o texto como 
ChatGPT eran aún 
Ciencia Ficción.
ChatGPT y los créditos Azure
No voy a explicarte 
qué es ChatGPT y cómo funciona ya que en este artículo creado por nuestro compañero 
Javier del Pino, se habla en profundidad. Resumiendo, 
ChatGPT es un modelo conversacional (basado en la versión de 
GPT-3.5) el cual puede interactuar respondiendo a preguntas en cualquier idioma e incluso generar código fuente de una forma extremadamente cercana al ser humano. Antes hemos comentado que 
Microsoft, en 
2019 invirtió mil millones de dólares en 
OpenAI pero no te he contado un detalle que es muy importante en toda esta historia: 
gran parte de ese dinero estaba en forma de créditos cloud en Azure.
Y este punto es clave para entender toda la genialidad de este acuerdo. En el mundo de la 
Inteligencia Artificial el mayor coste para desarrollar nuevos productos o investigaciones es la gran cantidad de computación necesaria para, por ejemplo, entrenar los modelos. Y este se convierte en el mayor problema económico para cualquier empresa de 
Inteligencia Artificial que quiera vivir de este negocio. Así que ya nos podemos imaginar la alegría de los trabajadores de 
OpenAI cuando les dijeron que tendría prácticamente poder de computación ilimitado para entrenar sus modelos.
ChatGPT es una auténtica revolución con una proyección de negocio de millones de dólares y un impacto social que aún sólo estamos viendo la punta del iceberg. No estamos hablando de una tecnología creada sólo para personal cualificado, es una tecnología que puede utilizar cualquier persona para prácticamente resolver cualquier tipo de duda o problema usando, además, lenguaje natural. Hoy día se deberían de abrir telediarios con esta noticia, como bien dice el gran 
DotCSV, pero parece que, por aquí en nuestro país y prácticamente en toda 
Europa, no hemos captado aún la magnitud de este avance (en 
EEUU ha habido un eco importante en las noticias).
Presente y futuro
OpenAI puede trabajar desde prácticamente sus comienzos sin pensar en los altos costes de computación derivados de los complicados y costosos procesos de entrenamiento, de eso se encarga Microsoft. Esto es una gran ventaja, pero también crea una gran dependencia de la nube de Microsoft, que ha ido creando una relación empresarial sólida entre ambos durante estos años. Y esta ha llegado a su momento máximo cuando hace unas semanas, se ha anunciado un acuerdo de 10.000 Millones de USD entre Microsoft y OpenAI. 
Y claro, parte de esos millones de dólares ¿sabéis a dónde irán a parar?, eso es, a la nube de 
Azure. Un negocio redondo. 
OpenAI necesitaba urgentemente este acuerdo ya que mantener 
ChatGPT es muy costoso y sería imposible sin estos acuerdos con Microsoft y el apoyo de su nube. Para que os hagáis una idea, parece ser que 
OpenAI está perdiendo 3 millones de dólares por día con ChatGPT. 
El nuevo modelo de negocio 
Microsoft tiene claro cuál es su modelo de negocio para haber invertido esa gran cantidad de dinero. Con 
ChatGPT habrá miles de empresas que quieran crear  servicios basados en este modelo de 
IA. Y claro, crear tu propio modelo y mantenerlo es algo muy costoso y complicado, así que la mayoría de estas empresas decidirán ir al modelo funcional y operativo de 
OpenAI. Es decir, pagarán por el acceso a una 
API que les devuelva los resultados realizados a la aplicación ChatGPT, que a su vez está montada con el modelo 
GPT-3.5 y esta arquitectura corre sobre 
Microsoft Azure. 
Jackpot!
Pero no todo es un camino de rosas para 
Microsoft. 
ChatGPT no puede soltarse alegremente e integrarlo por ejemplo a 
Bing, ya que os podéis imaginar, conociendo nuestra naturaleza humana/troll, en qué oscuros caminos terminaría. Así que el principal problema ahora mismo es afrontar correctamente cómo controlar 
cualquier tipo de bías que lleve a crear salidas de ChatGPT, o que sean racistas, con tendencias asesinas, etcéra. Y de las consecuencias que esto puede llevar ya tiene experiencia 
Microsoft como ya le pasó con el caso del 
chatbot en Twitter que se volvió racista.
Conclusión
Google y en concreto 
DeepMind, no se va a quedar cruzado de brazos viendo como 
Microsoft toma posiciones y acapara el negocio de la 
IA. Ellos tienen el mismo o más poder que 
Microsoft para replicar este mismo tipo de negocio con su gran potencia 
Cloud. Así que prepara las palomitas porque se acercan tiempos interesantes en el mundo de la 
IA y su impacto en el mundo real. Ha llovido mucho desde aquel acuerdo con 
IBM y la compra de 
QDOS, pero tiene algo en común con el negocio de diez millones de dólares con 
OpenAI: visión de futuro y elegir caminos que, aunque no sean los que pensamos sean los más adecuados, con el tiempo se demuestran que fueron los correctos. 
Por cierto, si te ha gustado la historia de 
Microsoft y 
QDOS, recuerda que mi colega 
Rafael Troncoso y yo tenemos el libro de 
"Microhistorias: anécdotas y curiosidades de la historia de la informática (y los hackers)" en 0xWord que cuenta historias como ésta y muchas otras historias de hackers.
Happy Hacking Hackers!!!