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Cómo salvar Rinocerontes con Impresión 3D
No es la primera vez que se habla de Impresión 3D en El lado del mal. Eso se debe a que la impresión 3D es una tecnología cada vez más utilizada y que poco a poco estará al alcance de todos. La hemos visto en la fabricación de armas caseras, en la industria del diseño generativo de piezas, o para ayudar a que la vida de las personas sea mejor, con prótesis como las que hace la ONG Ayudame3D que encabeza Guillermo M. Gauna Vivas.
Figura 1: Cómo salvar Rinocerontes con Impresión 3D
La versatilidad de cosas que permite crear, tanto en pequeños Proyectos Maker, como puede ser la fabricación de una carcasa para proteger dispositivos empotrados con placas de Arduino o Raspberry Pi, hasta la fabricación de casas o, incluso, la de uno de los últimos puentes que se han instalado en Amsterdam para cruzar sus canales.
La impresión 3D cada vez ofrece mas posibilidades y eso se debe en parte al desarrollo de filamentos cada vez mas técnicos y de nuevos mecanismos de extrusión que permiten construir utilizando cemento rápido, forja o incluso comida. A continuación, os hablaremos de cómo la impresión 3D podría utilizarse para acabar con la caza furtiva de algunas especies como el rinoceronte blanco o los elefantes.
Hace unas semanas se dio a conocer el proyecto Rhisotopo, que consistiría en inyectar isotopos radioactivos en los cuernos de rinocerontes para reducir así su demanda en el mercado negro asiático. El proyecto desarrollado por la universidad de Witwatersrand en Sudáfrica consistiría en inyectar los radioisótopos de manera segura en los cuernos de rinocerontes vivos sin que esto afecte a la salud del animal. Con esto no se pretende atacar a los cazadores furtivos sino a la demanda de cuernos que ha llevado a la caza ilegal de mas de 9.000 rinocerontes en los últimos años.
Pero, ¿cóomo puede la impresión 3D a acabar con la caza furtiva de rinocerontes? La respuesta es mas sencilla de lo que parece, los cuernos de rinoceronte no cuentan con núcleo óseo, sino que están compuestos por queratina, la misma sustancia que se encuentra en el pelo y uñas de la mayoría de los mamíferos. Desde hace muchos años es posible producir esta proteína de manera sintética y resulta ser un componente que interacciona de maravilla con otros polímeros sintéticos o naturales utilizados comúnmente en la impresión 3D (como el quitosano o el almidón).
Según varios estudios la queratina da muy buenos resultados como filamento de impresión, de hecho, es sostenible y muy fácil de obtener porque se puede conseguir del material desechado de animales como pueden ser el pelo o las plumas de los pájaros. Además, ya se ha probado su aplicación en diferentes campos como el de la automoción, la construcción o incluso en el de la alimentación (fabricación de envases sostenibles). Las impresoras 3D ofrecen la posibilidad de replicar los cuernos de rinoceronte utilizando el material del que están compuestos en la naturaleza logrando hacer una réplica idéntica a nivel macroscópico, microscópico y molecular.
Esto no quiere decir que cualquiera pueda imprimir un cuerno de rinoceronte en su casa, al menos por el momento, de hecho, sería necesario construir o adaptar una impresora para hacerlo con la máxima precisión posible. En 2015 una empresa de Seattle llamada Pembient ya habló de esta idea y planeaban comenzar la producción de estos apéndices con la idea de que sus reproducciones exactas pudiesen cubrir con la demanda de los países asiáticos, sin embargo, varias organizaciones conservacionistas se manifestaron en contra de la idea.
Figura 3: Primer puente impreso en 3D con una
impresora de forja y diseño generativo
Hace unas semanas se dio a conocer el proyecto Rhisotopo, que consistiría en inyectar isotopos radioactivos en los cuernos de rinocerontes para reducir así su demanda en el mercado negro asiático. El proyecto desarrollado por la universidad de Witwatersrand en Sudáfrica consistiría en inyectar los radioisótopos de manera segura en los cuernos de rinocerontes vivos sin que esto afecte a la salud del animal. Con esto no se pretende atacar a los cazadores furtivos sino a la demanda de cuernos que ha llevado a la caza ilegal de mas de 9.000 rinocerontes en los últimos años.
Figura 4: Cuernos de rinoceronte incautados con valor
superior a un cuarto de millón de dólares.
Pero, ¿cóomo puede la impresión 3D a acabar con la caza furtiva de rinocerontes? La respuesta es mas sencilla de lo que parece, los cuernos de rinoceronte no cuentan con núcleo óseo, sino que están compuestos por queratina, la misma sustancia que se encuentra en el pelo y uñas de la mayoría de los mamíferos. Desde hace muchos años es posible producir esta proteína de manera sintética y resulta ser un componente que interacciona de maravilla con otros polímeros sintéticos o naturales utilizados comúnmente en la impresión 3D (como el quitosano o el almidón).
Figura 5: Libros para Makers en 0xWord que deberías tener:
Figura 6: Queratina sintética para fabricación de filamento 3D.
Esto no quiere decir que cualquiera pueda imprimir un cuerno de rinoceronte en su casa, al menos por el momento, de hecho, sería necesario construir o adaptar una impresora para hacerlo con la máxima precisión posible. En 2015 una empresa de Seattle llamada Pembient ya habló de esta idea y planeaban comenzar la producción de estos apéndices con la idea de que sus reproducciones exactas pudiesen cubrir con la demanda de los países asiáticos, sin embargo, varias organizaciones conservacionistas se manifestaron en contra de la idea.
Otro de los inconvenientes con los que se encontró la empresa fue que tanto la Fundación Internacional del Rinoceronte como la Organización Salva al Rinoceronte insistieron en que la fabricación y comercialización de estas réplicas exactas solo serviría para desviar la atención del verdadero problema, la caza de rinocerontes.
El cuerno de rinoceronte ha alcanzado precios desorbitados, de hecho, su valor al peso es superior al del platino (cada kg puede alcanzar entre 60.000 y 80.000 USD) lo que ha fomentado la proliferación de la caza ilegal. Desde hace décadas es común su venta en el mercado negro asiático ya que se le atribuyen propiedades medicinales o afrodisiacas, a pesar de que varios estudios ya han demostrado lo contrario. En la actualidad mas del 90% de cuernos de rinoceronte que ya hay en circulación son falsos, la mayoría están fabricados a partir de cuernos de búfalo o incluso de madera.
La intención de esta pequeña empresa de Seattle era llegar a producir este tipo de cuernos a nivel industrial e introducirlos en el mercado para así cubrir la creciente demanda y que su precio disminuya haciendo que no merezca la pena cazar furtivamente un animal que cada vez se encuentra mas cerca de la extinción. Según Pembient, planeaban comenzar su producción de replicas e introducirlas en el mercado a partir del año 2022.
La idea, aunque revolucionaria por el momento se ha encontrado con mas trabas de las que se esperaban en un principio y no se sabe si los planes de la Start-Up se llevaran a cabo como estaba previsto, sobre todo después de esta pandemia. Independientemente de lo que suceda esta opción sigue pareciendo mucho más factible que la planteada por el gobierno de Namibia, que consistía en quitarle los cuernos a todos los rinocerontes del país para que no los cacen. El negocio de la caza furtiva y la compraventa de los productos obtenidos de ella ha provocado que la población que algunas especies como el rinoceronte blanco se haya reducido a menos de la mitad en la última década (de 67.000 a 30.000 ejemplares en los últimos 10 años).
Por el momento no sabemos si el prometedor proyecto de Pembient tendrá éxito o si se podrá llevar a cabo en las fechas previstas por la empresa. A pesar de ello, el simple hecho de que cada vez mas empresas tecnológicas planteen nuevas soluciones y aplicaciones de sus tecnologías para proteger la biodiversidad es una muy buena noticia.
Figura 7: Cortando el cuerno a un rinoceronte sedado para protegerlo
de la caza furtiva.
El cuerno de rinoceronte ha alcanzado precios desorbitados, de hecho, su valor al peso es superior al del platino (cada kg puede alcanzar entre 60.000 y 80.000 USD) lo que ha fomentado la proliferación de la caza ilegal. Desde hace décadas es común su venta en el mercado negro asiático ya que se le atribuyen propiedades medicinales o afrodisiacas, a pesar de que varios estudios ya han demostrado lo contrario. En la actualidad mas del 90% de cuernos de rinoceronte que ya hay en circulación son falsos, la mayoría están fabricados a partir de cuernos de búfalo o incluso de madera.
La intención de esta pequeña empresa de Seattle era llegar a producir este tipo de cuernos a nivel industrial e introducirlos en el mercado para así cubrir la creciente demanda y que su precio disminuya haciendo que no merezca la pena cazar furtivamente un animal que cada vez se encuentra mas cerca de la extinción. Según Pembient, planeaban comenzar su producción de replicas e introducirlas en el mercado a partir del año 2022.
Figura 8: Cuernos de rinoceronte fabricados con impresión 3D.
La idea, aunque revolucionaria por el momento se ha encontrado con mas trabas de las que se esperaban en un principio y no se sabe si los planes de la Start-Up se llevaran a cabo como estaba previsto, sobre todo después de esta pandemia. Independientemente de lo que suceda esta opción sigue pareciendo mucho más factible que la planteada por el gobierno de Namibia, que consistía en quitarle los cuernos a todos los rinocerontes del país para que no los cacen. El negocio de la caza furtiva y la compraventa de los productos obtenidos de ella ha provocado que la población que algunas especies como el rinoceronte blanco se haya reducido a menos de la mitad en la última década (de 67.000 a 30.000 ejemplares en los últimos 10 años).
Por el momento no sabemos si el prometedor proyecto de Pembient tendrá éxito o si se podrá llevar a cabo en las fechas previstas por la empresa. A pesar de ello, el simple hecho de que cada vez mas empresas tecnológicas planteen nuevas soluciones y aplicaciones de sus tecnologías para proteger la biodiversidad es una muy buena noticia.
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