domingo, noviembre 22, 2015

Rosendo, prometo estarte agradecido por tanto

No es nada que haya ocultado en mi vida, mi cantante preferido es Rosendo. Sus letras - de este poeta de los pobres - te llegan o no te llegan, y a mí me llegan. Me llegan junto al sonido de su guitarra. Esta es la parte que muchos conocéis de por qué me gusta Rosendo, pero hay mucho más detrás de eso que cuento habitualmente, y que solo los que me habéis conocido en más profundidad me habréis escuchado contar. Rosendo me inspiró en mi vida cuando más lo necesitaba y con sus letras me ayudó a formarme como persona, metiendo en mí algunas de las características que he seguido con tesón durante estos últimos 25 años.

Figura 1: Rosendo, prometo estarte agradecido por tanto

Que Rosendo es un gran artista no os lo voy a descubrir ahora. Con una carrera extensa con más de 30 álbumes en solitario, con Ñu y con Leño, con multitud de premios, con el reconocimiento de todos sus compañeros de profesión y con una horda de seguidores que le acompañan en sus peripecias por España. Él solo hace Rock'n Roll, y no va más lejos, pero lo hace muy bien. Con solo su guitarra carabanchelera que no cambia durante todo el concierto, con la ayuda de Rafa al bajo y con Mariano a la batería, es capaz de hacer que suene así de bien el final de "Flojos de Pantalón" que grabé ayer en el concierto.


Figura 2: Flojos de Pantalón ayer en Alcobendas

Ayer disfrute como hacía mucho tiempo que no disfrutaba. Tanto que terminé el día con agujetas en los carrillos de estar sonriendo y contento tanto tiempo. Me regalaron la entrada para ir a ver a Rosendo tocar en el Teatro de Alcobendas y al principio me sonaba raro. A Rosendo he ido a verle en concierto desde que tenía 18 años, y he estado con él en festivales, en Las Ventas de Madrid, en las fiestas de Hortaleza, en las fiestas de Fuenlabrada, en el ViñaRock, en las fiestas de Fuenlabrada, en las de Alcorcón, etcétera. Vamos, cualquier lugar de Madrid donde tocara. También le he ido a ver a la Riviera y otras salas de conciertos, pero esta era la primera vez que iba a verle en un teatro donde había butacas, y estábamos sentados.

Al principio pensé que iba a ser un concierto un poco raro en el que la gente no estuviera tomando algo de beber, saltando y bailando apretujado en primera fila, que era donde me gustaba estar cuando era un veinteañero, pero la gente no se pudo contener y el teatro se convirtió en una sala de conciertos más con todo el mundo saltando al ritmo de los acordes y gritando las letras de las canciones. Este es un momento del clásico "Maneras de Vivir" que grabó con Leño tocado ayer mismo para nosotros.


Figura 3: Maneras de Vivir ayer en Alcobendas

Mientras estaba en el concierto pasaban imágenes de mi vida recordando la de veces que he ido a verle tocar, y recordaba las sensaciones de ir a comprarme sus "vinilos" en las tiendas de Madrid. "A las lombrices", "Fuera de Lugar", "Jugar al gua", etc, etc... Creo que en vinilo tengo como ocho o diez discos suyos, con especial cariño para el disco de Para Mal o Para bien, en el que le dedicaba canciones a mucha gente y venía la maravillosa "A la sombra de una mentira", que tanto me gusta. Esta canción está últimamente muy presente en mi Spotify, pero desde que la escuché con menos de 20 años me transmitió que hay que ser humilde siempre y luchar por lo que quieres, cueste lo que cueste.


Figura 4: A la sombra de una mentira

Tuve mi primer contacto con la música de Rosendo después de sacar él su tercer disco en solitario. Escuché en la TV, en uno de esos programas musicales, una canción que se llamaba "El asa del cubo". No la entendí mucho, ni me gustó en exceso en aquel momento. Al día siguiente, unos amigos me dijeron que "molaba más el primer disco" y me hicieron una copia en una cinta para que lo escuchara. Y ahí estaba la canción que iba a marcarme para mucho tiempo en mi vida. 

En aquel entonces yo era un joven de unos 13 años entrando en el bachillerato, con la personalidad sin formar y con muchos complejos y tabúes. Ser un empollón gordito no ayudaba en aquel entonces a llevar una vida tranquila en un Instituto de Bachillerato Público en Móstoles. Como todos los jóvenes tuve mis momentos buenos, malos y fatales en las relaciones con los otros jóvenes. Supongo que andaba buscando referentes para formar mi personalidad, y no acababa de encontrar la manera de hacerme un hueco con los demás chicos para sentirme cómodo. Eran más molones los que fumaban, bebían, suspendían y hacían cosas divertidas que los que eran como yo. Lo pasé bastante mal - como muchos - en esa época de pre-adolescente - adolescente. 

Pero la música de Rosendo me ayudaba a mantener mi mente, y en concreto esta canción que marcó mi forma de ser el resto de mi vida. Yo quería ser el enemigo, disparando Pan de higo. La letra de la canción me enseñó muchas cosas. Si te he contado esta historia antes, es que eres importante para mí.


Figura 5: Pan de Higo. Pon atención a la letra

Era muy joven aún como para irme de conciertos, pero seguí a Rosendo durante años hasta que pude ir a ver su primer concierto. Cuando ya había entrado en la Universidad seguía siendo fan de sus canciones y me había vuelto en un lector insaciable de libros, así que me fui a comprar un libro que hablaba de su biografía. De cómo empezó, de cómo se metió en el mundo de la música y de todo lo que tuvo que pasar. Y me gustó aún más. El libro se llama Rock en las tripas y contaba sus peripecias en los inicios, y ahí se convirtió aún más en mi inspiración.

Rosendo comenzó con Ñu, como sabemos los más viejos del lugar, pero su relación con "ya sabéis quién lideró Ñu" no era muy buena. De hecho, cuando Rosendo traía una canción, la respuesta que obtenía de su compañero de grupo era "Esa canción no mola, esa canción es un LEÑO". Rosendo abandonó el grupo y, con todo su carácter, montó un grupo al que llamó LEÑO. De esta forma Rosendo demostraba que era fiel a su estilo y no le importaba lo que él dijera de su música.

Si alguno conoce la historia de porque mi alias es Maligno, tiene mucho que ver con este hecho de Rosendo. Con este hecho descubrí que no hace daño el que quiere, sino el que puede, y que yo iba a ser el primero en reírme de mi mismo. Así que, cuando intentaron insultarme en un foro diciendo que "Chema Alonso era El Maligno disfrazado de John Lennon", decidí que iba a ser El Maligno. Y listo.

Otra de las cosas que siempre recuerdo con cariño es que Rosendo contaba en su biografía que se enteró de que habían publicado su primer single cuando estaba de fiesta en una discoteca de Móstoles, lo que lo hacía mucho más cercano a mí. Pero sobre todo me gustaba cómo explicaba sus inicios en el mundo de la música. Cuando era un joven trabajaba de botones en una oficina, haciendo recados. Era un trabajo para comenzar a buscarse la vida, pero él tenía claro que quería ser músico. Para ello, se lo tomó como un trabajó y todos los días ensayaba con horarios. Si quería ser bueno en esta profesión debía trabajar en serio, así que se puso una disciplina para conseguirlo y todos los días tocaba la guitarra.

Como ya os he contado en otras ocasiones, yo hacía algo similar. Me dedicaba a trabajar como pintor, barnizador o albañil, y el resto del tiempo se lo dedicaba a estudiar informática. Cuando leí esa historia de Rosendo, tenía claro que si quería lograr ser bueno en algo debería ser muy constante. Si Rosendo, viniendo de Carabanchel había podido convertirse en un gran músico, yo, viniendo desde Móstoles, podría convertirme en un gran informático. Solo había que ensayar todos los días. 

Por supuesto, si has seguido este blog a lo largo de los últimos años habrás podido comprobar que yo "ensayo" todos los días y sigo ensayando todos los días. La dictadura de escribir un post al día en este blog era mi forma de obligarme a seguir practicando, incluso cuando ya era un profesional de la informática. Había que seguir aprendiendo día a día para trabajar.

Rosendo se convirtió para muchos de los que seguimos en un referente de vida. No solo por su trabajo y su tesón que le llevó a que - ya en solitario - recibiera las críticas de muchos por haber dejado Leño. Él llevó con trabajo constante, disco a disco, concierto a concierto, su trabajo al mercado. Ha vivido de lo que ha hecho sin hacer más que trabajar en lo que le gusta la música. Me acordé mucho de esto cuando decidí que terminaba con Informática 64 para transformarla en Eleven Paths y, por supuesto, muchos me atacaron por este hecho. Alguno hasta de forma agresiva.

Uno de los que están entre la lista de inspirados por Rosendo es el pequeño gran Fito Cabrales. Ir a los conciertos de Fito es lo único que me hace tan feliz como ir a ver a Rosendo, y recuerdo todos y cada uno de ellos con gran alegría, especialmente el último que fue genial. Año a año mejora el pequeño de la gorra. Fito es distinto a Rosendo en los conciertos. Mientras que Rosendo es fiel a su guitarra, Fito cambia cada dos o tres canciones para sacar nuevos sonidos y ponernos el corazón blandito, pero ha seguido una carrera muy similar a la de Rosendo. Él tuvo que abandonar Platero y Tú y seguir su camino en solitario.


Figura 6: Platero y Tú homenajea a Rosendo en "Si la tocas otra vez"

Yo tuve la suerte de ir a ver el último concierto de Platero y Tú en Madrid (¿Te lo he dicho alguna vez?) y fue una autentica pasada. Por supuesto, estuvo Rosendo por allí cantando con ellos una canción. A la semana siguiente, Fito presentaba su segundo disco en Madrid, y por supuesto estaba Rosendo cantando también con él. Y no es raro ir a un concierto de Rosendo y que se suba el pequeño Fito a cantarse algo con el Rosen. Cuando estaba en Platero y Tú, le hicieron una canción de homenaje a Rosendo con referencias a todas las canciones que había compuesto este poeta de rock urbano madrileño, donde demostraban su admiración por su trabajo. 

Por supuesto, la canción de Si la tocas otra vez habla también de las canciones que Rosendo dejó de tocar de Leño para poder avanzar en su carrera en solitario, porque si no nunca saldría. La canción estrella, del primer disco de Leño, es sin duda El Tren. Dura, metálica, fuerte y con una letra rasgadora. Ayer, yo pude escuchar a Rosendo tocar El Tren en Alcobendas

A video posted by Chema Alonso (@chemaalonso) on


La última de las cosas que aprendí de Rosendo es a ser fiel a tu estilo. A uno mismo. Yo hago lo que hago porque es como me sale hacerlo. Yo me inventé mi forma de conferencias no porque quisiera hacer nada raro, sino porque es como me salía hacerlas. Yo escribo este blog y no he cambiado la plantilla para hacer un blog más "molón", porque para mí lo importante es lo que escribo y no el continente y me puse un gorro de casualidad, al igual que Fito lleva su gorra o Rosendo sus aros en las orejas. Apuesto a que ni Fito, ni Rosendo - como es mi caso - han tenido un asesor de imagen o algo parecido que les ha dicho que se vistan de una u otra forma. No se vende el Rock and Roll

Nunca he conocido a Rosendo en persona, pero sí tengo una anécdota curiosa. Un día fui a dar una conferencia a la Universidad ICAI de Madrid. Iba con José Parada de Microsoft en aquel entonces, que había estudiado Industriales. En un momento llegó con uno de sus profesores y me dijo:
- "Oye melenas, ¿quién es tu cantante preferido?"
Yo miré al profesor y su cara me sonaba de algo, pero no sabía de qué. Extrañado por esa pregunta le contesté a José algo que él ya sabía de sobra:
- "Pues cual va a ser, ¡Rosendo!"
Ellos se echaron a reír y no lo entendía. Luego, me dijo José:
- "¿Y la cara de este tipo no te recuerda a la suya?"
Sí, era el hermano de Rosendo que era un profesor del ICAI. A mí Rosendo me ayudo mucho con su música, con sus letras, con sus vivencias y con su existencia, y por eso,yo, prometo estarte agradecido maestro.

Saludos Malignos!

7 comentarios:

Klainer dijo...

He llegado aquí desde Youtube y no me puedo quedar mas contento, me ha gustado mucho leer esta entrada de principio a fin y he podido sumergirme un poco mas gracias a los vídeos adjuntos.

Yo mira que no he seguido la trayectoria de Rosendo pero esos momentos, cuando escuchaba sus canciones en el coche de mi padre mientras iba a ensayar al local con mi grupo, nunca se me van a olvidar. Directa o Indirectamente, me han llegado varias canciones de Rosendo y no he podido evitar añadirlas a mi lista de reproducción porque no salían de mi cabeza.

Decir que en mi caso soy muy fan de Fito, quizá por que soy joven y era mas fácil que acabase escuchándole desde mis años. Uno de mis sueños, y no sé por cuantos sitios habré intentado llegar a el para contárselo, es que Fito cantase "Hay un amigo en mi" de la película de Toy Story, pensé que su voz sería perfecta (¿Nadie piensa que debería haberla hecho el en la versión española? jajaja) pero sé que es muy difícil que hicieran algo así por un desconocido, así que seguirá siendo uno de mis sueños.

Nada más, me he animado a comentar todo esto porque me ha llegado el sentimiento musical de este comentario y me alegro de que la música sea tan importante y con historias tan distintas en cada uno, que siempre me emociona conocerlas. Muchas gracias, Chema.

CeJota (ceja grande) dijo...

Marcianada versionando a Leño (Rosendo). https://www.youtube.com/watch?v=lgTWdXpcxGA Que lo disfrutéis!

Javier Díaz dijo...

Lo suscribo de arriba a abajo. De tus mejores artículos, ¡y sin ser de seguridad informática!, qué grande y auténtico Rosendo.

Unknown dijo...

mucha nostalgia en este articulo y ademas suena a algo de despedida del grupo y como tus idolos musicales continuaran en solitario par ser mas grandes.

morfheos dijo...

Un gran articulo,mas aun cuando el artista en cuestion es Rosendo,su musica es la historia de mi vida,saludos Chema

Anónimo dijo...

He terminado de leerlo con los ojos aguados. Un fan de El Maligno y de Rosendo desde Cali, Colombia. Imaginate hasta dónde han llegado las letras de uno de Carabanchel y otro de Móstoles.

Salva dijo...

Magnífico artículo. Me fascina Rosendo y tengo magníficos recuerdos de escuchar y ver a leño con 14 años.
Un saludo y enhorabuena por tu artículo.

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