sábado, febrero 21, 2009

Spectra Tahoe

Si habéis empezado la lectura de este post esperando una primicia de algún producto de Spectra por lo que habéis leído en el título estáis equivocados. Si eres de los pocos que has reconocido el nombre del producto entonces es que ya eras un enganchado a la tecnología de Spectra hace ocho años.

Tahoe era el nombre en código que utilizó Spectra para referirse a la primera versión de lo que luego sería SharePoint Portal Server 2001. Fue lanzado por las mismas fechas que Windows XP y Office XP y salió de Gira por España con el programa Technet en un roadshow de hace ya muchos, muchos años. En ese roadshow iba yo, o una versión mía de hace ocho años, para hablar en algunas ciudades sobre SharePointPortal Server 2001 y Office XP. Eran mis primeros eventos delante de tanta gente.

Hoy, con muchos kilómetros a la espalda y muchas charlas en el currículo tengo la osadía de darles algunos consejos a ponentes que técnicamente saben mucho más que yo o a nuevos chavales que se animan a dar charlas. A algunos les he visto dar su primera charla y crecer y crecer y crecer.... Pero como nadie nace sabiendo, yo también me vi un día con una primera vez y la pasé putas.

Hasta el momento había dado muchas clases en cursos, que siempre fue mi verdadera vocación, pero no había tenido en frente nunca una audiencia de más de 20-25 personas y la sola idea de ponerme subido en el escenario me atenazaba. Me dejaba sin respiración. Vamos, en pocas letras: Estaba acojonado.

Cuando te vas a subir a un escenario para hablar delante de una audiencia acaban comiéndote los mismos demonios. Esos que hacen que en el fondo nos diferenciemos casi nada del mono y casi nada del resto de los humanos. “La voy cagar”, “No me van a salir las palabras”, “Se van a dar cuenta de que no tengo ni puta idea”, “Me va a salir algo mal y se van a reír de mi”, “Se van a levantar a mitad de la charla y se van a ir dejándome avergonzado”, “Después de esta charla acaba mi carrera”….Seguro que algunos de estos han pasado por tu cabeza si te has enfrentado a una audiencia así que no te preocupes, es lo habitual.

Recuerdo aquel día como si fuera hoy, el evento era el día 17 de Mayo de 2001. Jamás olvidaré esa fecha porque la noche antes el Deportivo Alavés perdía en los penaltis la final de la copa de la UEFA contra el Liverpool en un partido emocionantísimo que mereció ganar.

Yo me sabía mis demos al dedillo, las había repasado veinte o treinta veces cada una, e intenté distraerme con el futbol. Acabado el partido, me volví a repasar las demos e intenté acostarme. Iluso. Si por un momento pensé que me iba a poder dormir se esfumaron todas mis esperanzas a los 10 minutos. Mi cerebro era una máquina de vapor a toda velocidad. Mi corazón saltaba con un mono harto de tripis. No, no iba a dormir.

A las 3 de la mañana decidí salir la calle a despejarme. El evento dónde yo iba a “debutar” era en Valencia así que pasee por las calles cubiertas de la noche valenciana durante horas. Exactamente hasta las 6 de la mañana que es a la hora a la que decidí, ya con el albor de la mañana, al hotel.

En el hotel, me duche y me repasé el afeitado con esmero para sacar después un rato que utilicé para repasar por trigésimo enésima vez las demos y las diapositivas. Me vestí con cuidado con mi traje, mi corbata y mis zapatos. Repasé el nudo de la corbata tres veces para que quedase a mi gusto y puse el ordenador dentro del maletín. Con mi pelo corto y vestido de esa guisa pocos serían capaces de reconocernos a día de hoy a mí al mí de hace ocho años si nos vieran juntos.

Llegué a la sala del hotel de Valencia, que ha sido exactamente la misma que se ha utilizado en la Gira Technet en Octubre de 2008 y me encontré con una sala llena de gente. Llena. Más de 200 personas y me tocó esperar.

Yo hablaba el tercero, así que, desde las ocho y media que llegué hasta las 11 y media más o menos que me tocaba hablar, mi mente tuvo tiempo de repasar todos los sufrimientos del infierno: Repasé las demos, repasé las diapositivas, reinicié el router, apagué el ordenador, repasé las diapositivas, repasé los miedos… uno a uno, repasé las diapositivas, repasé las demos, fui al baño ene veces a mear, cagar del miedo, mear, lavarme la cara, repasé las diapositivas, repasé las demos, reinicié el router.. Hasta que llegó el momento de subirme al escenario justo cuando un topo empezaba a roerme las tripas como si estuviese desenterrando las drogas que hubiera guardado en mi páncreas.

Subí y lo hice. Simplemente. Nadie me pegó. Nadie me disparó con una pistola. Nadie me defenestró después. Sólo subí e hice lo que había hecho antes más de mil veces. Conté lo que tenía repasado y aprendido tal y como había decidido que lo iba a contar en cada diapositiva, despacio, sin acelerarme demasiado aunque sí un poco, hice las demos que había hecho veinte millones de veces en mi mente antes, y cuando me di cuenta se había acabado.

El estado de excitación posterior suele ser como dicen por ahí que debe ser el sexo, pero sin tener que ir al baño a limpiarse. Estaba feliz.

Después de aquel día anote varias cosas mentales: La clave fue que había trabajado las diapositivas y las demos ene veces, así que, aunque pueda parecer que sí, jamás voy a una charla sin saberme el discurso completo y haber probado todas las demos. Hablar despacio y alto es mejor que acabar cuanto antes. Nadie te pegar (salvo que les mentes a su puta madre).

Hoy, ya muchos años después, seguro que hubiera cambiado muchas cosas de la charla tanto en la forma como en el fondo, pero en aquel momento lo hice lo mejor que pude, y lo único que yo podía hacer antes de subirme por primera vez a un escenario era trabajar todo lo que pudiera mi discurso y mis demos.

Saludos Malignos!

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Chema,
Sé valiente. Publica una foto del Maligno con traje!!!
Que sepas que me gustan más las presentaciones de ahora, de las que hablas eran demasiado asépticas.

Anónimo dijo...

Foto Fotoo Fotooo !!!!

Aitor Iriarte dijo...

Memorable partido aquella final de Dortmund. Ya volverán tiempos mejores para el Deportivo Alavés.

En el tema de las charlas está claro que uno se hace, pero también se nace. Normalmente a los 40 minutos empieza a bajar la atención del personal, pero algunos ponentes conseguís mantenerla mucho más tiempo.

Saludos.

David Carrasco dijo...

¡Qué recuerdos!
Estoy seguro de haberte visto en acción desde hace años y la verdad es que has evolucionado muchísimo tu estilo

Gracias por los consejos y espero verte muy pronto.

David C.
www.heroescertificados.com

Anónimo dijo...

Hablando de conferencias...
El viernes fui a escuchar una conferencia sobre la web 2.0 de Francis Pisani.
Ha escrito un libro y por eso está de promoción.
Habló muy poco, hizo una breve introducción y el resto del tiempo la gente le tenía que hacer preguntas.
Fui el primero en irme.

xyz dijo...

Me recuerda al día que presente el proyecto...y no había cientos de personas...

Estoy deseando poder ver una tuya...

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