Esta semana comienza una nueva etapa en mi vida profesional, donde estaré como Consejero de Ciberseguridad de Telefónica, y en el Consejo de Telefónica Tech, además de alguna cosa nueva más allá de Telefónica que ya os contaré a su tiempo, y mirando para atrás y leyendo muchos de los mensajes de los compañeros que he recibido, solo puedo deciros que gracias, y que el viaje ha sido apasionante. Sin vosotros no habría sido nada.
Figura 1: Thanks for the ride!
He tenido la suerte de trabajar con miles y miles de personas en mis equipos, y no puedo estar más agradecido a todo el trabajo que habéis hecho durante tantos años en un entorno tan cambiante, y aunque ya os digo que es imposible recoger todo el viaje en un artículo - por muy largo que sea -, dejadme que os haga un recordatorio de los highlights de vuestros proyectos.
Talentum
Comencé el 1 de Febrero del 2012 con el programa Talentum. Un programa al que le puse el nombre en latín para que funcionara en todo el mundo. Fue un PDF enviado a finales de Enero a Telefónica con una idea para traer hackers a Telefónica con dos programas distintos. De allí llegaron las primeras hornadas de compañeros, y comencé a trabajar con un grupo muy reducido de personas.
Figura 2: Talentums probando los primeros equipos en Wayra
Estuve llevando ese programa durante quince maravillosos meses, y me lo pasé genial. Y luego siguió volando... A día de hoy el programa sigue existiendo, con muchas mutaciones, y ha sido algo clave desde entonces en todas mis unidades, donde he ido destinando siempre presupuesto para tener a nuevos jóvenes en los equipos.
Figura 3: Presentación de los proyectos de las becas Talentum
Ahí, el equipo era muy pequeño, Rosalía, Cristina, Javier Santiso, y disfrutamos de un intensidad llena de ilusión.
El equipo de ElevenPaths
En Abril del año 2013 comenzamos otra andadura diferente. Hacer de Telefónica la empresa líder en servicios de ciberseguridad construyendo desde Informática 64 y el Vertical de Seguridad. Era un reto imposible, pero nos pusimos día a día, paso a paso, y logramos definir un estrategia muy especial que nos funcionó: La escalerita, el farming, el hunting y Telemetry. Por el camino hubo que hacer muchas patentes de nuevos productos, alinear muchas áreas de la compañía, adquirir tecnologías y empresas que nos ayudaran a tener un mejor portfolio y una mejor llegada al mercado.
En el año 2016 el trabajo de todos vosotros ya había hecho que Telefónica superase los 300 M de facturación en ciberseguridad - algo que nos parecía una auténtica locura -, pero siguieron subiendo y en 2018 casi alcanzamos los 400 - que nos quedamos a 2 - , hasta llegar a los más de 500M€ de facturación en 2019, que fue el último año antes de incorporarse en Telefónica Tech. Y luego aún lo hicisteis mejor aún.
Figura 4: Security Innovation Day 2019
Por el camino, las proyectos Path1, Path2, Path3, Path4, Path5, los productos como Lath, Faast, Tacyt, Metashield, que ayudaron a tener tracción en el mercado, el trabajo con SealSign, Shaadow, el montaje del CyberSOC con los equipos de operaciones, Vamps, Cyberthreats, Sinfonier,Octopus y un largo trabajo día a día para seguir mantenido el pulso. Por supuesto, las mil y una alianzas que hicisteis, el trabajo de Telemetry para asegurar el Go-To-Market y un trabajo de Branding que llevó la marca ElevenPaths a todos los rincones. Los Security Innovation Day que se transformarían después en los eventos de LUCA de Innovación, los MWC, gracias a los equipos de marketing que os distéis unas curradas infinitas siempre.
Por supuesto, hubo que hacer mucha alianzas, y trabajar con muchos partners como FireEye, PaloAlto, Bluelive, LogTrust, Fortinet, Cico, SonicWall, ESET, etc, que nos acompañaron en todo el camino. No me quiero olvidar tampoco de vosotros, los Chief Security Ambassadors, que fuisteis siempre amigos, compañeros, y la primera carta de presentación de lo que hacíamos. Por el camino quedaron mil Security Days, RSAs, Mobile World Congress, y un trabajo que hizo que ElevenPaths fuera valorado por más de 1.2 B, y fuera una de las partes fundamentales de nuestra querida Telefónica Tech que hoy tenemos.
Los equipos en CDO
En el año 2016 tocó formar nuevos equipos y tuve la suerte de trabajar con nuevos profesionales de otras áreas. Equipos de la Global Big Data Unit para crear el equipo interno de Chief Data Officer, las unidades de Air Street en Londres, los compañeros del Data Transparency Lab, pero también los equipos de Telefónica Ingeniería de Seguridad donde tuve la suerte de además ser consejero, el negocio de Advertisement, la empresa Axonix, montar LUCA a partir de SmartSteps y SmartDigits, Synergic Partners, y la "locura" de una Joint-Venture con China Unicon "SmartSteps Digital Group Ltd.". Y fue un viaje.
El negocio de Global Advertisement fue una de las responsabilidades y uno de los equipos de los que estar más satisfecho. Llegó a CDO el equipo en 2016, con un negocio generado el año anterior de 280M€ y yo solo tuve que acompañaros en el camino, para que lo llevarais vosotros, con un trabajo fantástico, hasta 480M€ en los cuatro años que estuvisteis en la unidad. Por el camino, hubo que gestionar la venta de Axonix, y los proyectos de transformación de MarkTech en las operaciones. Y yo solo tuve que aprender de vosotros, porque sabíais bien lo que teníamos que hacer.
Figura 6: Si visitas La Cabina puedes ver funcionando
la 4ª Plataforma en tiempo real en Telefónica de España.
Esta info es similar a la de Alemania, Brasil o UK, por ejemplo.
Todo eso sin parar nada, y seguir capeando las olas. Aquello, que parecía imposible, es un camino que lo fuisteis haciendo, día a día, API a API, dato a dato, hasta llegar a los números de diciembre de 2024, que tuve la suerte de presentar en el último Mobile World Congress, donde además me pude conecta en tiempo real a todas las plataformas. Aquí hubo que trabajar mucho con Microsoft, pero también con Amazon, Google o Meta. Cada acuerdo eran meses de trabajo, pero fueron saliendo, uno a uno, año a año.
El trabajo cuando haces proyectos nuevos, totalmente diferentes a lo que hace la industria, es siempre difícil, pero al final, controlar el interfaz natural de los clientes y no entregárselo a Alexa, Google Home, era el objetivo en aquellos momentos, así que solo había una opción. Hacerlo o hacerlo, y vosotros lo hicistéis. También cuando se evitaba dar el control del descodificador de televisión a Amazon o Google, y se siguió apostando por un desco hecho in-house. Así que decidimos darle más valor a ese desco, y le añadimos las Living Apps, para extender la funcionalidad.
Aquella locura de crear un espacio para ejecutar aplicaciones en el desco, hecha por un reducido equipo de innovación, nos permitió llevar experiencias como SmartWiFi, Conexión Segura, Mi Movistar, Movistar Cloud o Perplexity a todos los clientes de una manera rápida y sencilla. Los clientes no necesitan instalar apps, ni tener usuarios extras para gestionar las apps instaladas. Y esto hizo que el año pasado se alcanzaran ya los 10M de sesiones en esta plataforma. No está mal, para ser un proyecto que nació como una Idea Loca en su momento para llevar más experiencias a los clientes.
Pero no fue el único, los equipos de innovación os dejasteis las noches, para hacer cosas aún más difíciles, como el proyecto de Movistar Tokens, o la "locura" de hacer un SmartDisplay como Movistar Home, con el objetivo de parar el hype de Alexa y Google Home en los hogares de nuestros clientes. Este proyecto, del que ya os hablé en otro artículo largo y tendido, fue además un ejemplo de trabajo a varias bandas, donde los equipos de fabricación de hardware en Global CTIO, los equipos comerciales en Telefónica, y los equipos de innovación en CDO tuvimos que pasar muchas noches sin dormir para sacarlo. Al final, lo sacasteis, se paró el hype, y se vendieron todos los dispositivos, hasta que decidimos que el mundo no se había puesto fácil para hacer hardware. Otra locura de innovación que aún seguimos usando miles de clientes.
Pero entre todos los proyectos de esos años - que son decenas y decenas de ellos - hay uno que fue especialmente importante para todos nosotros, por lo duro que fue, por lo que tuvisteis que trabajar, y por lo que sé que echasteis en él. HaaC "Home as a Computer", a.k.a. "Home advanced Connectivity" o "Agente Único". Había que meter un agente único en el router de SmartWiFi, y eso exigía normalizar los datos, crear las APIs, sustituir los agentes del router por uno nuevo creado sobre el firmware, crear las plataformas Cloud de Datos, meter Conexión Segura, que funcionaran los servicios de WiFi Calls, de Priorización de Tráfico, Gaming ON, en el hogar, y que se coordinara con las apps de SmartWiFi, donde metistéis en roadmap perfiles y control parental. Todo de una y en toda la planta.
Esta es una de las cosas que cuento. Fueron varios años de trabajo, con roll-outs de operaciones en planta masivas, porque las herramientas de administración remota de los Routers de SmartWiFi, las herramientas de Configuración y Optimización, debían ser funcionando. A los equipos de CTO, de SmartWiFi, de Conexión Segura, de Hardware en CTIO, etc... habría que daros una muesca más en el cinturón por este proyecto, que tuvo momentos de mucha tensión, retrasos en despliegues que nos quitaron la vida y el sueño, pero que nos dejó la satisfacción de haberlo hecho mientras seguía funcionando el servicio.
Figura 12: Los números de Vídeo, Apps, Aura, HAC, Kernel, SmartWifi,
Payment, Living Apps, Tokens, Innovation Services, etc...
Muchas veces s difícil explicar cómo encaja la foto de todos los servicios y plataformas de una compañía como Telefónica, pero cuando 33MM de API Calls en en Kernel (Cuarta Plataforma), o 578MM de registros de datos te das cuenta de la escala que tiene todo lo que montasteis durante estos años. Y a mí me da vértigo. Me pregunto muchas veces cómo sería la sensación de ser el que da al último botón antes de un nuevo rollout sabiendo que eso tiene que seguir funcionando.
Los equipos en Chief Digital Consumer Officer
En el año 2020, una vez que los equipos de ElevenPaths, LUCA, Telefónica Ingeniería de Seguridad y Global Advertisement - es decir, todo lo que generaba ingresos - se fueron a B2B y Telefónica Tech, tuve la suerte de trabajar con nuevos equipos. Con una situación muy diferente. Iba a ser el Chief Digital Consumer Officer, y por primera vez me tocaba la innovación de verdad, que hasta el momento era innovación solo en nuestro ámbito. Pero también me tocó trabajar con un montón de equipazos nuevos brutales.
El equipo de Apps (Novum) que venía de Tuenti, el equipo de la Plataforma Global de Televisión, el equipo de Devices &Partnerships, el equipo de Servicios Financieros y la Plataforma Global de Pagos, el equipo de Core Innovation, y un montón de filiales que teníamos que gestionar. Telefónica Silicon Valley, Telefónica Ventures, Telefónica Alpha y Telefónica Alpha Health, los equipos de Telefónica Educación Digital en Perú, España y Brasil, con Miriadax, el Instituto Tecnológico Telefónica, Axismed en Brasil, Movistar Money en Colombia, Telefónica I+D, Telefónica Digital España y UK, Wayra con todos sus países, Terra en Brasil y México, y algún equipo más en Chile para la televisión y el mundo de la innovación. Un rol global tiene esta maravilla, que tienes la oportunidad de trabajar con profesionales de todo el mundo, y esto sólo lo puedes tener en empresas como Telefónica.
Y todo esto nos toca en medio de la pandemia... ¡wow!
Durante los primeros dos años hubo que tomar muchas decisiones y rápido, ya que el presupuesto ya no se sostenía con ingresos que generásemos, sino con asignación de budget, con lo que tomasteis muchas acciones de simplificación, integración, y parar cosas. Se vendió el Instituto Tecnológico Telefónica, y traspasamos Telefónica Educación Digital Perú, Terra México y Terra Brasil a otras unidades del grupo, vendimos Telefónica Alpha Health, e Integramos Telefónica Ventures y Telefónica Alfa dentro de Telefónica OpenInnovation, es decir, nuestra querida Wayra. Pero también hubo que cerrar operaciones en Chile, Brasil o Silicon Valley.
Al mismo tiempo, nos metimos con dos de los proyectos más complejos y que más canas me ha dado de los años que he vivido en Telefónica (todavía me acuerdo del día en que me convencisteis para ello): Desplegar la plataforma de vídeo en Alemania e integrar la plataforma de televisión de España con la global para hacer una única plataforma en todo el mundo Telefónica. Yo creo que me hicisteis mucho más viejo con estos proyectos, de los que una vez en ejecución me siento muy orgulloso de lo "locos" que sois al meteros en estas transformaciones.
Como éra poco lo que teníamos.... Open Gateway y Telefónica Innovación Digital
En el año 2022 nos cambiaron un poco el rol, y fuimos la unidad de Chief Digital Officer, sin embargo no fue muy significativo, porque los proyectos internos tenían su dinámica de trabajo, con su día a día en todos ellos para avanzar a toda velocidad el roadmap de Novum, la Tele, SmartWiFi, Kernel, etc, etc, etc.. y Wayra estaba funcionando bien, con un valor de cartera de las inversiones de más de un centenar de millones de €, generando fit con el grupo, y con unos ingresos que garantizaban su sostenibilidad y futuro, por lo que estar como presidente de esta compañía era algo divertido y que no me hizo la vida peor.
Además, estar cerca de las startups, de los Fondos de Inversión, de los emprendedores, apostar por empresas invirtiendo en ellas, y aprender de todos vosotros sobre cómo hacer un buen análisis fue algo que no me dio dolores de cabeza, sino al contrario, muchas alegrías. Pudimos entrar en empresas como Perplexity, Airalo o Bit2Me, que son solo una muestra pequeñita de lo molón de este trabajo.
Pero de repente llegaron dos nuevos proyectos que teníamos que hacer. Uno de ellos, OpenGateway, nada más y nada menos que coordinar la industria para APIficar todas las capacidades Telco en un standard único que nos permitiera ir al mercado de los developers a través de canales digitales. Y eso implicaba mucho curro. Por otro lado, integrar todas las jurídicas dentro de una sola: Telefónica Innovación Digital. El reto era mayúsculo porque además había que hacer que esta jurídica fuera sostenible presupuestariamente, haciendo que la facturación de los proyectos, servicios y productos que fuéramos ejecutando tuvieran su ingreso asociado.
Integraciones con pasarelas de criptomonedas, e-commerce con sostenibilidad medioambiental, servicios de detección de Deepfakes, etc... . Proyectos tan "locos" como el de la integración de las redes móviles en las redes Hellium basadas en web3 lanzadas en México después de la inversión que hicimos en Border desde Wayra. O como los sistemas de cifrado post-cuántico para cifrar las comunicaciones con las redes IoT o de alta seguridad en proyectos de defensa. Proyectos despliegue de capacidades de GenAI en la compañía.
Estos dos años, el trabajo que habéis hecho los equipos legales, comerciales, de control financiero, de recursos humanos, etcétera, en la construcción de esta empresa ha sido impresionando. Firmar la cuentas del año pasado en este mes de Abril de esta compañía, viendo el trabajo que hay detrás, es algo que me llevo en el recuerdo, y os lo quiero agradecer, porque sé lo que ha sido hacer esto.
Casi de 5.000 días y 5.000 noches
Durante estos años, trabajar con todos y cada uno de los compañeros de Telefónica ha sido una experiencia única. Pero también con los partners, con los proveedores, con los clientes, y con la industria. Han sido casi 5.000 días de mi vida en esta compañía, a la que voy a seguir ligado como Consejero de Ciberseguridad de Telefónica, y en el Consejo de Telefónica Tech desde donde intentaré seguir haciendo lo mejor que sé que la empresa sea mejor. He tenido la suerte de disfrutar de proyectos maravillosos, que eran un reto intelectual y operacional, hemos tenido aciertos y he tenido fallos, algunas cosas nos han salido espectaculares, otras no tanto, pero sobre todo hemos hecho cosas juntos.
Muchas cosas. Negocio, Innovación, Transformación Interna. Me habéis enseñado todos los días cosas nuevas, me habéis demostrado por qué los equipos de Telefónica han hecho que esta empresa sea la que es, que sea reconocida en el mundo como una de las empresas líderes, y no me cabe la menor duda de que seguirá siéndolo, porque aún estáis ahí. Las personas van y vienen, muchos de los compañeros que han estado conmigo en este viaje ya no están, pero el espíritu, la cultura, el ADN sigue dentro, y los que estáis sabréis hacer que la empresa sea aún más grande.
Sólo puedo daros las gracias. A vosotros, a los que habéis estado en todos esos centenares de proyectos (los que he citado y los que no que no me caben todos), a todos los que habéis estado en esas empresas que han formado parte del equipo, a todos los que habéis estado en cualquier rincón de Telefónica trabajando en apoyar a estos proyectos y empresas. Sois vosotros los que habéis hecho posible que se hagan esos proyectos durante esos años. Y por el camino, habéis hecho que para mí sea un viaje maravilloso.
Mirando hacia atrás en el tiempo tengo que guiñar mucho los ojitos míos que ya no funcionan como antaño para ver aquel ya lejano 1 de Febrero de 2012 cuando me dieron mi primera tarjeta de Telefónica. Una que me permitía entrar en el edificio de Gran Vía para poder subir a las instalaciones de Wayra comenzar a trabajar allí. Ha pasado mucho tiempo, pero sobre todo ha pasado mucha vida.
Figura 1: Once Telefónico, Always Telefónico.
Tras 47750 comienzo mi año 14
Hoy comienzo el año 14 como Telefónico. Trabajando, como hago todos los días de mi vida, y con la sensación de haber disfrutado de hacerlo todos y cada uno de estos 4750 días - que son los que llevo contando con los cuatro años bisiestos vividos, los trece años anteriores y el día de hoy - de una manera intensa, especial y única.
No todos los días han sido una fiesta de alegría, ni todos los días han sido un no dormir la noche antes, pero sí que ha habido muchos de todo. Y lo que sí que os puedo decir que nunca ha sido un día indiferente para mí. Cada día he tenido un reto muy difícil por delante, que Telefónica no se conforma con menos, un cambio de contexto, que la compañía está muy viva y no para de moverse en un mundo muy grande, y una nueva oportunidad de crear el futuro, que a Telefónica le late fuerte el corazón y no tiene miedo de ser pionera.
La vida siendo Telefónico es de todo menos ir a la oficina, echar las horas y volver. No en la Telefónica del siglo XXI que yo he vivido. Es ir a una compañía con alma que te enamora y te demanda lo imposible porque no se conforma con menos. Donde la tecnología es el corazón de lo que hacemos, y donde no se mira a lo que se ha conseguido, sino a lo que hay que conseguir. Ya pasó lo que conseguiste, tienes en el debe nuevas cosas que conseguir. Nuevas cosas que hacer. Innovar. Crear. Evolucionar. Nada de cuidar un jardín. Hay que hacer nuevos jardines.
Tener el privilegio de ser primero el Chief Data Officer y luego el Chief Digital Officer de una compañía como Telefónica desde el año 2016, y haber estado construyendo las plataformas que hoy dan soporte a los servicios y productos digitales de la compañía, ha sido un regalo espectacular en mi vida. Llevar los equipos de Kernel (codename:4th platform), de SmartWiFi, de Novum (Mi Movistar, Meu Vivo, My O2, Mi O2, Mein Blau, Mein O2, etc....), HaaC(Codename:Home as a Computer), Living Apps, plataforma de TV (OTT, IPTV, Movistar+, Vivo Play, Movistar Play, etc...), Aura (Codename:YoT), la plataforma de pagos, los productos de innovación como Movistar Tokens, Tu Wallet, Tu Latch,Movistar Home Connect, Tu Metashield, Tu VerifAI, Movistar Experiencia Inmersiva, Hellium, los proyectos de research, y sus soluciones de Quantum, las patentes de innovación, el equipo de Discovery, Wayra y las inversiones en startups desde las que ver el futuro un poco más cerca, iniciativas como Utiq o Aduna a nivel europeo, y el proyecto más ambicioso que he vivido nunca para cambiar la industria a nivel mundial, Open Gateway, que además surgió de una locura mía personal un día de hace tres años, es un premio grabado a fuego en mí.
No solo tengo la suerte de llevar esas cosas tan chulas con gente tan especial, sino que además disfruto de meter las manos en la arcilla y moldear la base o partes de ellos. Dibujar la 4th Plataforma en 2016 en un papel, y verla hecha en 2019, dibujar en la pizarra cómo debía ser la plataforma móvil y verla crecer para soportar los más de 40 Millones de usuarios activos que tiene hoy, conectar puntos entre las plataformas, diseñar con el equipo un agente único en el router de SmartWiFi para crear HaaC, pensar en la interacción más allá de ver contenido con las Living Apps, hacer patentes con los equipos de innovación, discovery o research, y lo más importante, verlo funcionando todo con millones y millones de personas en todo el mundo, os prometo que es el sueño de cualquier ingeniero. Hacer tecnología que se use todos los días por millones de personas en su vida, es haber conseguido un sueño.
Pero lo mejor han sido las personas. La oportunidad de crear tecnología en una empresa tan grande, con tanto impacto en la sociedad, crea un tipo de personas con una cultura de servicio diferente. La gran Telefónica o la gran T, tiene en su gente su gran activo hoy en día. Y claro que tenemos conflictos. Muchos, si no no estaríamos retándonos a nosotros. Y más cuando lo que estamos haciendo es nuevo, no hay mucho con lo que compararse. Nadie tenía una 4th Plataform cuando Telefónica se atrevió a comenzar a hablar de ella, hoy todos nos preguntan "How did you built it?" o cuando Telefónica de España se atreve a competir con los grandes de la televisión, y hace una televisión única. O cuando se crea una red de SmartWiFi at scale con 11 millones de dispositivos conectados a un HaaC en tiempo real. O cuando el antiguo equipo de Tuenti hace Novum para soportar los más de 40 millones de usuarios activos en las apps móviles conectados a diferentes sistemas en diferentes países a través de Kernel, consumiendo billones de APIs. Todos los equipos que están ahí trabajando, en los países, tienen esa pasión en la mirada, y en las reuniones se respira el reto por delante siempre.
Y cuando vamos con los equipos de red y sistemas, la historia es aún más apasionante. Despliegues de servicios 5G, despliegues de fibra, operaciones de redes interconectadas con cables submarinos, con troncales, con pairing de empresas, con preocupaciones que tienen que ver con el milisegundo. Discusiones de densificación de planes urbanísticos, de datos para correr los algoritmos de ML que nos den los planes de despliegue más eficiente, de cómo están funcionando los algoritmos de IA para detectar los problemas de calidad, las averías o los servicios que no están bien dimensionados. Horas de trabajo pra que la calidad de la conexión suba en ancho de banda, baje en latencias, se reduzca en tasa de errores, aumente en tasa de aciertos. Problemas de ingeniería en los que la arquitectura de sistemas importa. En los que entender los detalles de la tecnología es crucial para tomar las decisiones que van a decidir el gasto de muchos recursos.
Así que cada día de esos 4750 días durante todo este tiempo ha sido y es un viaje apasionando. Ha sido MI viaje. Cuando pienso en aquel mes de Enero de 2012 cuando acepté comenzar el 1 de Febrero siguiente me digo a mi mismo: "¿Y si llego a decir que no a Telefónica y me pierdo todo esto?".
Por todo esto, hace ya muchos años que soy Telefónico. De esos que lo tienen grabado en la piel. A fuego. De los que se desvela por los problemas de la Telefónica. De los que no escatima horas que echar para mejorar algo de la parte que me toca barrer, o de lo que me pidan que barra, y cuidar de la casa. Es parte de mí. Es parte de todos los Telefónicos. Incluso de los que ya no están, que siguen, como vimos en la crisis de la Dana, ayudando a los compañeros como si aún estuvieran fichando en los tornos. Porque nosotros sabemos que "Once Telefónico, Always Telefónico". Así es esta compañía. Es difícil de explicar, pero es así.
Todos los años, dentro de la unidad de Chief Digital Officer (CDO), me aseguro de dejar una partida grande del presupuesto para probar gente joven trabajando dentro de nuestra unidad. Comencé con esta idea en el año 2012 cuando bauticé al programa con el nombre de Talentum en Telefónica, y de aquellas primeras convocatorias tenemos hoy grandes profesionales trabajando con nosotros, llevando equipos, y liderando muchos de los productos y servicios de los que os hablo por aquí.
Por eso sigo destinando parte del presupuesto de Telefónica Innovación Digital para becas. Para traer gente joven que venga de la universidad a estar con nosotros. Hoy en día tenemos las Becas OICampus, que ahora lidera Fernando Guillot, y que hacemos en colaboración con la Universidad y dentro del programa Talentum, y es una puerta de entrada fantástica si quieres hacer carrera en Telefónica.
Es una puerta fantástica, porque intentamos, además, dar carrera profesional a las personas de dentro de la compañía que van creciendo, así que muchos de los que pasan por el programa de becas, acaban quedándose en algún puesto como empleado del equipo. Así que, si venirte a estar en mi equipo en Telefónica, tienes abiertas algunas nuevas oportunidades en diferentes áreas.
También tienes la oportunidad de aplicar a la "Ingeniero de Pruebas de SW (QA Tester)" en los equipos de CTO dentro de la unidad de Quality Assurance que tenemos en CDO.
Pero como somos una unidad que hace tecnología E2E dese la innovación, puedes tener oportunidades en muchas áreas. Por ejemplo, si eres del área de finanzas, de gestión de empresas, incluso áreas legales, puedes aplicar las becas en los equipos de Control de proyectos.
Por supuesto, en el área de UX Research, donde probamos conceptos e ideas nuevas, también tienes oportunidad de comenzar tu carrera, ya que para nosotros hacer cosas nuevas y diferentes es parte de nuestro trabajo continuo. Como puedes ver en todo lo que hacemos de Tu.com.
Y también en las áreas desarrollo y crecimiento digital, donde tenemos diferentes oportunidades. Por ejemplo, tienes una oportunidad en el equipo de Metaverso y Web3 que lidera Yaiza Rubio, para analizar los datos y evolucionar los productos de las áreas más disruptivas.
Como os he dicho somos una unidad que hacemos el E2E de los servicios digitales de innovación, así que tenemos un equipo de Digital Growth para probar Digital Sales en regiones Off-print, es decir, marketing y ventas digitales, donde también puedes entrar a trabajar con nosotros.
Y la última que tenemos abierta, es en el área de OpenGateway, donde tenemos equipos que hacer Desarrollo de Negocio, diseñando soluciones digitales adaptadas a clientes, y donde buscamos perfiles muy digitales que interactúen con equipos de producto, áreas técnicas y clientes.
Además, si ninguno de estos encaja contigo, pero te gustaría que te tuviéramos en cuenta para nuevas oportunidades, puedes dejarnos tu CV para entrar en nuestra cantera. Como ves, todas son becas de 25 horas, donde tendrás tutores, formación, sesiones de onboarding, y una oportunidad única para comenzar tu carrera profesional.
A punto de decidirme a operarme los ojos para quitarme la presbicia que se ha hecho con mi visión, llevo mis gafas siempre encima. Las uso para ver de cerca, para utilizar el ordenador y el móvil (si no, tengo que usar la lupa), para leer mis libros y mis cómics, o para escribir este artículo que os estoy preparando desde el avión que me está llevando a Fuerteventura, a mi última charla del año 2024.
Figura 1: Haciendo balance de 2024: Qué de cosas...
Sin embargo, cuando miro de lejos me las quito. Nos las uso para ver de lejos. Eso hace que durante el día me quite y ponga las gafas para ver de cerca y para mirar de lejos unas decenas de veces. Porque es necesario. Ver de cerca, pero mirar a media distancia y al horizonte.
Objetivos a corto, medio y largo plazo
Esta historia que os he contado no es más que una forma de introduciros en la metáfora que es para mí cada día de mi vida. Mucho de ejecución a corto, con mirada al detalle, pero con tiempo para otear a medio plazo, y sobre todo mirar hacia el horizonte, para no perder el camino.
A corto, para mí, la ejecución es semanal. Es la forma en la que hago mis propios sprints. Y os garantizo que para mí el término se adecúa mucho a cómo es mi día a día. Condenso el máximo de actividades de que soy capaz en cada semana. De todo. Desde primera hora, hasta la hora en la que caigo rendido con la lectura, en los brazos de Morfeo. Más bien no me caigo, me desplomo y me hundo en los abismos. Que se que el tiempo apremia. Si quiero que tenga más horas mis días se las tengo que robar a alguien... y siempre le toca a Morfeo perder.
También, a corto, suelo intentar hacer double-bookings. Aprovechar viajes en avión para preparar diapositivas y ejercicios. Hacer deporte para repasar inglés o escuchar un podcast y aprender. Anotar todo lo que me llama la atención de lo que vivo para que pueda convertirse en un artículo, o una investigación, o una idea para hacer algo.
Mi día es una secuencia recursiva de optimización de agenda y ejecución de tareas a corto. Pero no sólo eso, ya que intento meterme tiempo todas las semanas de cosas que se están fraguando para el futuro. Proyectos exploratorios, primeras reuniones de posibles acuerdos, de posibles inicios de cosas. De cosas que me interesan, pero que no se materializarán hasta dentro de unas semanas, meses o incluso un año.
Y por supuesto, cuando me escapo del ruido del ahora en unos minutos de un café, o voy conduciendo, o voy en un avión, o antes de soñar, también saco mi cabeza a pasear por la irrealidad de lo no materializado, para hacer un poco de Doctor Strange y evaluar los posibles escenarios del horizonte.Darle vueltas y más vueltas a la batidora para mirar el paisaje desde diferentes ángulos, para encontrar diferentes caminos, mundos y alterativas diferentes. Para enfocar mis pasos con la proyección del punto de fuga que haya escogido.
Así se me ha pasado 2024. Un año en el que, os garantizo, no me he dejado nada escondido o guardado en el cajón. No me he dejado energía sin consumir. No me he dejado batallas sin pelear. No me he dejado cosas para mañana si las he podido hacer hoy. Y por supuesto, donde he seguido la senda de proyección que me marqué al principio del año. Claro, ha habido que saltar, agacharse, dar patada voladora, y subirse al primer nivel. Ha habido que encontrar caminos paralelos, bailar, callar y hasta gritar.
Es la magia del día a día. Comienza, vas saltando por el reloj, y en cada minuto buscas cómo tejer una nueva puntada con el hilo que se tiene. Y no puedo decir que no me gusta. No puedo decir que este juego de hacer cosas en velocidad no me gusta. Tal vez podría pararme más, pero creo que ya me parará la vida cuando me toque, y como ya he tenido varios avisos, prefiero mirar hacia delante que hacia los lados a ver si hay asiento.
Balance de 2024
Durante 2024, pensando en cómo eran los objetivos a medio plazo - 1 año - que nos habíamos marcado, hemos tenido mucha tarea en nuestra querida Telefónica. Ha sido el año de nuestro Centenario y la exigencia era máxima porque era el primer año de nuestro Plan Estratégico 2024-2026. Ambiciosa en cuanto a objetivos. Intensa en cuanto a actos a realizar. Muchos. Muy grandes. Muy relevantes. Y había que hacer mucha tecnología. Desde el rol de CDO nos toca evolucionar muchas cosas y hacer que Telefónica siga haciéndose más fuerte cada día en la parte digital como sea posible, asimilando las disrupciones tecnologías, y sacando partido de ellas, algo que cada día es más importante en cualquier industria. Y por supuesto, este seguirá siendo un reto que en 2025 aún mayor, y para el que ya tenemos hecho un calendario de trabajo con hitos y ejecuciones.
Por supuesto, Telefónica Innovación Digital - de la que os hablaba justo hace un año -, es desde estamos construyendo mucha de esa tecnología, y a medida que sigue creciendo el uso de la misma en los nuevos procesos, nuestros roadmaps se van intensificando. Y esto ha sido así en 2024, con lanzamientos muy importantes para nosotros. Nuevas evoluciones de Kernel 2.0, la llegada de OpenGateway, el despliegue de la nueva evolución de SmartWifi, la evolución de Aura con extensiones GenAI, o Movistar Home Connect en modo app para tablets en dock-station, nuevos despliegues de la plataforma de vídeo, nuevas Living Apps, y un largo etcétera de proyectos sobre las mismas. Apificaciones, automatizaciones, evoluciones constantes que mantienen un equipo de innovación, ingeniería, operaciones y producto con un día a día intenso.
También, por supuesto, hemos seguido innovando en 2024. Tanto internamente con la evolución y lanzamiento de los productos de Tu.com. Retos como lanzar nuestro Tu Wallet para criptomonedas, VerifAI, las nuevas evoluciones de Metashield y Tu Latch, o los trabajos con Quantum Encryption & Quantum Drop. Trabajar en productos innovadores from-scratch, ha sido un reto para este año 2024. Usar una nueva marca, comenzar su comercialización, y ponerlos en mercado viniendo directamente desde la innovación.
Por supuesto, tanto el Mobile World Congress 2024 como el Telefónica Innovation Day 2024, fueron dos momentos en los que aceleramos para que pudierais ver todo esto que estábamos construyendo. Y los equipos se portaron de 11 sobre 10. Magníficos.
Más allá del día a día en Telefónica
Además de toda esta actividad, que supongo que os imaginaréis requiere mucha dedicación, los ratitos los he utilizado para poder escribir todos los días en El lado del mal – espero que sea el segundo año consecutivo – un artículo para estar con vosotros. Una obligación auto-impuesta que me permite y me obliga a hacer cosas, a aprender cosas, a comunicaros cosas, pero que al mismo tiempo me permite tener un canal abierto al mundo para expresarme.
Desde este canal apoyo a desarrollar los proyectos de emprendimiento en los que colaboro. Mi querido 0xWord, del que hemos podido lanzar varios libros durante el año y conseguir que sobreviva un año más. Cuidar a Cálico Electrónico, que ha cumplido 20 años y hemos seguido sacando tiras semanales además del tercer volumen de sus cómics o recuperar el Pang Tumaka gracias a María. Seguir viendo crecer MoM y YoY a MyPublicInbox para convertirse en una plataforma enorme, con actividades como Singularity Hackers u OpenExpo Europe que complementan todo lo que vamos haciendo para crezca y crezca. Un año en el que hemos colaborado e integrado Cleb, RepScan, Union Avatars o AR Future. Donde hemos crecido en todos los parámetros.
Para completar esto, como no, mi parte de divulgación. En el año 2024 he hecho bastantes charlas. Creo que alguna más que en 2023. Y además poniendo el foco más hacia el extranjero. He estado dando charlas en Miami, New York, aprovechando el proyecto con el MIT, en Alemania, he vuelto a la Ekoparty, y no me ha faltado mi charla de RootedCON en Madrid, las charlas de Mobile World Congress en Barcelona, o visitas A Coruña, Santiago de Compostela, Zaragoza,Málaga, Gijón, Cáceres, Salamanca, Bilbao, Tudela o Sevilla, por poner algunos ejemplos. También de hacer el discurso en la ceremonia de graduación de la Universidad Carlos III, que me gustó mucho. En 2025 será más o menos similar, espero. Además, me han liado para la tertulia en la radio, y he ido alguna vez a la televisión, he grabado algún documental, y he tenido alguna entrevista en algún podcast. No me he aburrido, os lo puedo prometer.
Más allá del trabajo
Además de todo esto, el año 2024 me ha dejado algo de espacio para estar con los amigos por el Sahara, para escaparme a ratitos a cenar, para ir al cine, para tener algo de vida personal, hacer deporte, y sacar, aunque sean momentos furtivos para ver una película, una serie, leer un libro o un cómic. He celebrado mi cumpleaños como siempre, para despedirme del último antes de llegar a los 50 años. Y he hecho muchos más amigos, que eso siempre es bueno.
Por último, que este post ya se me va de las manos y quiero aprovechar a recuperar algo de sueño en lo que me queda de viaje hasta Fuerteventura – que tengo un Consejo y dos reuniones antes de ir al auditorio -, he tenido mi cuota de cagadas, errores, fracasos, decepciones, tristezas, lamentos, pérdidas y metidas de pata big-time. He tocado suelo mi cuota de veces correspondiente, como supongo que muchos de vosotros.
También se me han quedado cosas en el tintero. He tenido miedo de dar pasos que a lo mejor debía de haber dado pero no me he atrevido. He hecho el bicho bola para evitar ir al cole algunas veces, y he discutido conmigo mismo más de una vez. Me he regañado. Me he sacado el dedo. Me he frustrado unas cuantas veces, y se me han hecho largas muchas esperas. Ya ves. De todos los colores me llevo las bolitas este año. Pero como tú. Si no, no has tenido un buen año. Veremos qué mejoro para el siguiente yo, que estoy haciendo análisis.
Ayer tuve una jornada interesante de transformación digital en Londres. Hablando de datos, ML, GenAI, arquitecturas RAG, y normalización de datos. Cosas habituales hoy en día en cualquier empresa. En uno de esos momentos en los que estaba escuchando, sobre casos de uso que que se iban a crear usando ML, el debate acabó una vez en los datos. El Catálogo, el Data-Fabric, el Data Wharehouse, Data Curation, la validación de la ingesta, los Data Streams, etcétera. Cosas habituales en la vida de la digitalización de empresas.
Figura 1: El amo de los datos
Para mí, eso fue el día a día cuando en al año 2016 tuve la responsabilidad de ser el Chief Data Officer de Telefónica y tuve que tomar muchas, muchas, muchas decisiones sobre estos temas que, a día de hoy que soy el Chief Digital Officer, siguen perdurando en nuestro trabajo diario.
Estando en ese debate, mi cabeza viajo temporalmente a mis inicios con los datos. Cuando bajaba la calle Barcelona de Móstoles, pasaba por delante del Eco Móstoles, y me metía en un pequeño parque a medio terminar que se encontraba y se encuentra a espaldas de calle Libertad de Móstoles. Allí estaba uno de los locales de la Academia RUS de la que os he hablado muchas veces. Tendría yo 14 o 15 años e iba a mi clase de Informática diaria. A seguir aprendiendo a programar.
En aquellos años ya había dejado el BASIC y el Logo atrás, y estaba con con COBOL, SQL y MS/DOS. También tocaría aprender DBASE, C y Pascal, pero antes de ellos, mi paso era hacer códigos con la IDENTIFICATION DIVISION y la PROCEDURE DIVISON. Había que aprender a identar el código, usar muchas mayúsculas, y ser muy disciplinado en la forma de hacer programas con este lenguaje llamado COBOL.
Las clases a las que asistía de informática se multiplicaban en mi agenda, normalmente hacía tres cursos a la semana diferente, haciendo clases los lunes y miércoles, y los martes y jueves, y repitiendo algunas de 17:30 a 18:30 y de 18:30 a 19:30, y luego había algunos cursos que se daban los viernes y sábados. De los 12 a los 16 años fueron años en los que mi afición era programar, así que no me importaba pasarme dos horas cada día en la academia, e incluso quedarme los viernes y sábado. ¿Qué podría haber más divertido que eso? Además, de vez en cuando daba yo la clase, y me llevaba de maravilla con Bea, mi profesora muchos de esos años.
Nada de lo que aprendí en aquellos años fue en vano. Todo ese aprendizaje sigue en mí, cambiado, adaptado, y mejorado, pero como base sobre la que construí mucho de mi conocimiento futuro. Y ayer me acordé de la época de COBOL y el acceso a Datos para hacer cosas. En aquellos momentos, cuando pasé de BASIC a COBOL, entré en el mundo de las reglas de estilo y la programación estructurada con técnicas de diseño de software muy metódicas. Formas de hacer las cosas de manera industrial. El trabajo de programador como factoría de software. Dados unos requisitos, escribir código como si fueras una máquina tú.
Los programas de gestión, hechos con COBOL y datos almacenados en bases de datos o ficheros tenían siempre las mismas estructuras. Y todos mis primeros Menús eran siempre ALTAS, BAJAS, MODIFICACIONES y CONSULTAS. Tendía que definir las fuentes de datos, los tipos de datos que iba a utilizar, si eran ficheros, los accesos que serían Secuenciales (si eran en cinta), acceso aleatorio (si eran en cintas modernas con aceleración de rebobinado y avanzado) o de acceso directo (si el almacenamiento era en disco). O los tipos de datos que se iban a leer de las bases de datos, en forma de registros que había que procesar, pintar por pantalla en listados, etcétera.
La programación era una ingeniería. Las cosas tenía una forma de hacerse. Había metodologías de desarrollo de software. Hablábamos de los modelos de solucionar cada uno de los problemas. Y teníamos guías de estilo de programación, nombres de variables, llamadas a procedimientos, factorización del software, etcétera, para hacerlo mantenible, aduitable, y permitir que cualquier código fuera tocado por cualquier programador de COBOL. Me encantaba saber que era una pieza de parte de una industria de desarrollo de software. Podría ser programador o mi sueño entonces, ser "Analista", para poder asignar las tareas a los programadores siguiendo las guías de desarrollo del software de una empresa.
Podéis imaginaros lo que un niño de 14 o 15 años sentía cuando se veía ahí. Siento un analista de software. Metiendo líneas de código y jugando con los decimales como Richard Prior en Superman III, desde tu terminal. Identando tu código. Flipante.
Y os cuento todo esto, porque de aquella época también aprendi parte de la gestión de los datos que décadas después usé como Chief Data Officer en Telefónica. Y es que, allí, en aquellos años, me explicaron cómo la Banca creaba sus aplicaciones para preservar sus datos. Cómo los informáticos habían creado para COBOL una metodología de trabajo con datos basada en mantener el core más sagrado de la empresa, LOS DATOS, a salvo de malos programadores. Metiendo una capa de seguridad, metiendo una capa de protección.
Y yo escuchaba atento. ¿Cuál sería el truco? ¿Cómo lo han hecho? ¿Cuál es el secreto?
No había mucha magia. O sí. Según se mire.
Lo habían hecho otros informáticos que llegaron a interesarme tanto o más que los Analistas, se trataba de tipos más duros aún. Que tenían más poder porque protegían el activo más valioso de las empresas. De la poderosa industria bancaria. Los datos, que al final de día era dinero. Se trataba de los Administradores de Bases de Datos.
¡¡Buaahhh!
¡Qué pasada!
Resulta que había unos tipos que para que los Analista de Programación pudieran diseñar sus programas de ALTAS, BAJAS, MODIFICACIONES y CONSULTAS, con sus infinitos listados por pantalla y por impresora (no conté yo espacios ni nada para cuadrar listados en papel continuo de impresoras matriciales), estos Analistas tenían que hablar con los Administradores de Bases de Datos para que les disponibilizaran los datos que necesitaban utilizar para sus programas. Y ellos decidían cómo lo hacían.
Esto, tenía su ciencia. Porque no iban a dejar que cualquier Programador tocara cualquier dato, así que se dedicaban a crear VISTAS, VISTAS para Actualización de datos, y Tablas de solo lectura que disponibilizaban a los Analistas para que hicieran su aplicación de ABMyC sobre estas fuentes de datos. Los Analistas repartían las tareas a los Programadores, y la Factoría de Software de la empresa seguía produciendo sistemas de información para la empresa.
Si habéis leído esto, sabréis porque cuando llegué a la Universidad me centré en aprender todas las asignaturas de Bases de Datos. A aprender a hacer el diseño lógico y el diseño físico de las bases de datos. A aprender cómo funcionaban los Tablespaces, las p-codes de las consultas de bases de datos, a descubrir los detalles de las formas normales de Boyce-Codd, a aprender PL/SQL, T-SQL, hacer optimización de bases de datos y aplicaciones, etcétera. El resto, ya os lo sabéis, trabajé mucho con las bases de datos Oracle cuando salí de la Universidad, luego llegó el SQL Injection... y el resto es historia moderna, desarrollando mi perfil profesional en datos y hacking.
Pero ayer volví a ello una vez más, porque el debate nos llevaba a cómo preservar los datos y disponibilizarlos a los modelos. Hoy hablamos de Data Streams, de Gestores de Consentimientos para acceso a datos, de políticas y procedimientos de anonimización y pseudoanonimización, de consultas con algoritmos de cifrado homomórfico, de roles de seguridad, de las plantillas de cumplimiento regulativo, etcétera.
Entonces, el Administrador de la Base de Datos era el "amo de los datos" y de todo eso. Y yo lo aprendí en una academia de barrio de Móstoles. Leyendo libros y deseando un día poder ser parte de esa Industria y la Ingeniería del Software. Flipante.